Prepárate para liarla parda con Chicken Jockey: Tung Tung Sahur Fight, un beat ’em up lateral que es tan loco como suena. Aquí no peleas con tíos musculosos ni ninjas súper serios, sino con un zombie bebé que, atención, va montado en un pollo que parece haber tomado Red Bull en vez de agua. Sí, lo has leído bien. Este dúo dinámico te mete de cabeza en peleas callejeras que harían temblar a cualquier arcade clásico de los 90, pero con un toque tan absurdo que hasta el más fumado meme de internet se sentiría en casa.
Lo que realmente engancha es la jugabilidad, que aunque suene a locura, está tan pulida como la armadura de un caballero medieval. El sistema de combate mezcla golpes básicos, combos que se encadenan más rápido que el WiFi en casa cuando nadie más está conectado, y ataques especiales que dejan claro que aquí nadie viene a hacer amigos (aunque el pollo parece bastante simpático). Lo mejor es que controlar a ese zombie montado en su ave no es solo cuestión de aporrear botones: hay que esquivar, saltar y usar movimientos aéreos que te tendrán rezando para que tu dedo pulgar aguante el ritmo. ¿Mi consejo? Practica el timing, porque pegarle a la multitud de memes zombificados que aparecen por pantalla es tan satisfactorio como encontrar pizza fría en la nevera a las 3 de la mañana.
Ahora, hablemos de ese sistema de progresión que te engancha más que el último meme viral. Mientras avanzas, puedes ir desbloqueando mejoras para el pollo y el zombie, desde ataques más locos hasta combos dignos de un campeonato mundial de button mashing. Intenté entender el árbol de habilidades y terminé creando un monstruo con alas eléctricas y garras que, honestamente, me hizo sentir como en los mejores días de los juegos retro con un toque pepinazo. Por no mencionar el rollo de recoger objetos y power-ups en el escenario, que es un lío entre risas: imagina buscar armas nuevas mientras un pink flamingo zombificado te intenta sacar los ojos. Tranquilo, será menos frustrante de lo que parece, pero igual sudarás la gota gorda.
En resumen, si adoras los beat ’em ups, tienes un sentido del humor medio retorcido y no tienes miedo de manejar un pollo zombie, este juego es un “must-play”. La próxima vez que te topes con un bicho raro en la calle, recuerda: podría ser peor, podrías estar peleando contra él con tus puños y un dinosaurio emplumado en modo combo. GG, pollo y zombie, GG.