Vale, hablemos de Hobo 3: Wanted, ese juegazo beat ’em up con más locura que una serie de memes de madrugada. Básicamente, aquí estás en la piel de un vagabundo que acaba de fugarse de la cárcel (sí, lo típico en la vida), y ahora todo el pueblo entero quiere darte caza. ¿El objetivo? Pegar más que un ventilador en agosto y abrirte camino a trompazos hasta la ansiada libertad.
Pero ojo, que este juego no es un beat ’em up cualquiera. La gracia está en la mezcla de peleas con un humor borde y brutal, con golpes tan asquerosos que a veces me hacían apartar la mano del mando (no sé, como cuando te acercas demasiado a la nevera y un olor raro te devuelve a la realidad). El protagonista no solo lanza puñetazos y patadas, sino que su repertorio es un desfile de ataques poco convencionales, con animaciones tan exageradas que casi parecieran un sketch de El Risitas en plena batalla.
Los controles son tan simples que hasta mi abuela podría dominarlo sin pestañear: flechas para moverte, A para dar puñetazos y S para las pataditas. ¿Pero espera? Conforme avanzas desbloqueas combos dignos de esos luchadores profesionales de YouTube que ves y dices: “¿En serio? ¿Cómo hace eso?”. Sinceramente, al principio pensé que esto sería un circo sin sentido, pero la verdad es que dominar esos combos te engancha y le da profundidad al asunto.
El gameplay transcurre en niveles de ida y vuelta (literalmente, side-scrolling clásico) donde la cosa se pone más dura a cada paso, y no faltan jefes finales que te hacen sudar la gota gorda. Recuerdo la primera vez que probé el juego; sentí un escalofrío cuando ese boss soltó un ataque que no veía venir, y casi me tiro el mando. Pero, en general, esa montaña rusa de risas y adrenalina es parte de su gracia. ¿Lo mejor? Puedes jugar solo o con colegas y repartir mamporros en modo local, que siempre es un plus para las risas y piques.
¿Para quién es este juego? Pues para los que disfrutan de los títulos con un toque chisposo y un humor absurdo, sin tomarse nada en serio, y que buscan algo rápido, divertido y con estilo propio. Al principio pensé que Hobo 3 era solo otra copia barata, pero ahora creo que tiene personalidad suficiente para destacar en un mar de beat ’em ups genéricos. En resumen: caos, puñetazos, humor cutre y una experiencia que, en general, te deja con una sonrisa y ganas de más. Vamos, que es como esa serie que nadie espera que guste pero que no puedes dejar de ver... ¿Lo pillas?