Vale, hablemos de Obby On a Bike, ese juego que a simple vista parece otro plataformas en bici más, pero que me ha dejado con la adrenalina a mil y la mandíbula desencajada. Es básicamente una mezcla explosiva entre parkour y carreras de obstáculos en bicicleta, pero con un toque tan divertido que casi te olvidas del dolor de piernas (cuando no te estampas, claro).
El juego tiene dos modos que, sinceramente, ya marcan la diferencia: el modo Normal, para los que prefieren disfrutar sin prisa y sin estrés, y el modo Desafío, esa bestia donde la velocidad y la precisión mandan y te hace sudar la gota gorda como cuando intentas no perder la conexión en una partida de Fortnite los viernes por la noche. La cosa es así: en Normal puedes tomarte la vida con calma y disfrutar del recorrido, pero si alguien te llama pollo en el chat, ya sabes que toca apretar y poner la rueda al límite en Desafío.
Y ojo, que no es solo para jugar solito en tu cuarto mientras la familia mira la telenovela. Tiene modo para dos jugadores que, te juro, convierte cada partida en una guerra campal de “quién llega primero sin caerse de la bici” (y spoiler: casi siempre pierde alguien porque no controla bien los controles). La movilidad de Player 1 con WASD o flechas es bastante intuitiva y el manejo del salto con espacio es rápido, aunque al principio me hizo sentir como si intentara bailar salsa sin ritmo. Player 2 usa las flechas y unos botones que parecen sacados del manual de los 80, pero oye, ahí está la gracia.
Controlar la cámara con el ratón y a la vez mantener el equilibrio es todo un arte: me siento como en esas pelis de parkour, pero con menos acrobacias y más golpes (ojo, que también hay momentos épicos). Un detalle que me gusta es poder hacer “zoom” con la rueda del ratón, que no sé tú, pero yo al principio pensé que era para espiar al vecino (soy muy de esas cosas rara vez buenas).
Al principio pensaba que sería otro juego más para echar el rato sin mucho que contar, pero ahora creo que Obby On a Bike me ha pillado por sorpresa. Es como ese combo de churros con chocolate que no sabías que necesitabas hasta que lo pruebas y ya no hay vuelta atrás. En resumen, si quieres algo para desafiar a tus amigos o darte un poco de esos sustos controlados tipo montaña rusa, este título es tu rollo, sin duda.