¿Alguna vez has pensado que buscar cosas en una habitación puede ser tan complicado como armar un mueble de Ikea sin instrucciones? Pues Metro Escape te pone justo en esa situación, pero en un metro, y con el añadido de que tu libertad depende de ello. Este juego es básicamente un homenaje a todos esos momentos en los que has revisado cada rincón de la casa en busca de ese cable USB que se esconde mejor que mi motivación un lunes por la mañana.
La clave está en un sólido sistema de interacción con objetos donde, con un simple click izquierdo, puedes inspeccionar y recoger lo que parezca útil. Pero ojo, no es solo agarrar y listo; aquí tienes que buscar patrones y desentrañar enigmas que están dispersos por todo el metro. Es como si el vagón fuera un rompecabezas viviente que te desafía a no perder los nervios... o la cabeza.
¿Las pistas? Bueno, no son siempre obvias, así que prepárate para ese momento “¿qué acabo de encontrar?”, porque donde menos te lo esperas puede estar la llave para el siguiente paso. La parte divertida (o terrorífica, depende de tu habilidad para los acertijos) es cómo esos elementos se combinan para resolver las pruebas que te mantienen atrapado. Es un poco como cuando intentas juntar las piezas del rompecabezas sin saber si alguna falta... Spoiler: casi siempre falta una pieza.
Además, esta búsqueda te obliga a prestar atención a los detalles, porque los patrones visuales que rondan el metro son la clave para avanzar. Eso sí, si eres de los que se distraen con cualquier cosa, este juego no solo pone a prueba tu lógica, sino también tu capacidad para no mirar el móvil cada cinco segundos. En resumen, si eres de esos que disfrutan dándole vueltas a la cabeza mientras navegan con el clic izquierdo para descubrir secretos, Metro Escape es tu próximo nivel de obsesión. ¡Suerte, porque vas a necesitarla!