¿Listo para montarte en unos hoverboards que parecen sacados de una peli de ciencia ficción barata? En Red and Blue Hugli Wugli, te pones en los zapatos (aunque técnicamente en los hoverboards) de los hermanos Hugli Wugli, dos pillos perdidos en un castillo que definitivamente no fue diseñado pensando en patinadores aeroespaciales novatos.
El juego se enfoca en un conjunto de mecánicas de exploración y agilidad que te harán sentir como si estuvieras tratando de sobrevivir a una clase de parkour medieval con más trampas de las que podrías imaginar. Tu trabajo es simple (dicen): encontrar las llaves rojas y azules para poder escapar. ¿Fácil? Ja. La realidad es que el castillo está lleno de trampas que parecen hechas por algún inventor loco con ganas de fastidiarte el día. Si tocas alguna, prepárate para una pequeña y muy frustrante muerte instantánea, justo cuando estabas a punto de pasar esa esquina con estilo digno de TikTok.
Mientras te deslizas por los pasillos, tendrás que vigilar a un zombie que deambula. Sí, un zombie, porque ¿qué sería un castillo sin un poco de horror barato? Este enemigo no es cualquier bulto que camina lento; atraparte significaGame Over. Así que activa tu modo ninja hoverboard y prepárate para esquivar con reflejos que ni los gatos presumen.
Me encanta cómo el juego combina la búsqueda de llaves con un sistema de movimiento tan dinámico que a veces parece que estás en un episodio de un reality show de supervivencia, solo que en lugar de cámaras tienes trampas y zombies por todos lados. Y cuidado, que el castillo no solo está vacío; sus habitaciones y pasillos son una red de peligros estratégicamente colocados para sacarte de quicio. Ah, y la gestión del tiempo también es clave: cuanto más rápido encuentres las llaves, menos zombis tendrás que esquivar.
En resumen, Red and Blue Hugli Wugli es una mezcla divertida de persecuciones frenéticas sobre hoverboards, exploración tensa y un puntito de terror al estilo zombie de abuelita. ¿Crees que puedes con las trampas y el zombie? Yo intenté dominar el sistema y terminé más frustrado que cuando se te olvidan las llaves dentro de casa. Pero hey, cuando finalmente escapas, la sensación es más épica que encontrar WiFi gratis en medio de la nada. GG!