¿Listos para una aventura que pondrá a prueba hasta la paciencia del mejor entrenador de mascotas? En Dulce para perros y gatos, olvídate de relajarte en el sofá porque aquí la palabra “trabajo en equipo” no es un simple meme: ¡es la clave para sobrevivir! Tú y yo sabemos que un perro y un gato viviendo en armonía suena más a episodio piloto de serie cómica que a realidad, pero en este juego, debes hacer que funcione sí o sí.
La mecánica principal es un festival de cooperación brutal; controlarás a un dúo dinámico que necesita coordinar cada movimiento, como dos bailarines con dos pies izquierdos tratando de no pisarse. Encontrar comida es como cuando buscas snacks en el refri a las 3 am: si no la agarras, te mueres de hambre (literalmente). Aquí, recoger cada bocado no es solo para llenar el estómago, sino para tener energía y calmar esas tripas gruñonas que podrían arruinar la misión.
Pero no se cree que será un paseo por el parque ¡ni de perros! Los obstáculos que lanzan en tu camino parecen sacados de una versión hardcore de El juego del calamar: puentes estrechos que parecen diseñados por Ikea en su peor día, portones de hierro que solo logras abrir resolviendo mini puzzles (a.k.a. partes donde jurarás que alguien escondió el candado con llave en la dimensión desconocida) y, por supuesto, enemigos de piso que quieren arruinar el día. Manejar esto todo mientras coordinas a dos personajes es un reto que pondrá a prueba hasta al jugador más zen.
Si no mantienes al dúo unido y sincronizado, olvídate de llegar a la meta el perrito que espera en la casita será solo un recuerdo triste. Y hablando de frustración, la primera vez que intenté cruzar ese puente me sentí como en un episodio de “¿Quién quiere ser millonario?” pero sin comodines, ¿sabes? De verdad, pensé que acabaría lanzando mi control por la ventana, pero sobreviví para contarlo.
En resumen, si te gustan los jueguitos que te ponen a pensar, sudar y, sobre todo, a reírte de tus propias metidas de pata, Dulce para perros y gatos es el título que necesitas en tu vida. Eso sí, prepárate para ser la niñera que estos dos peludos necesitan para llegar sanos y salvos a casa. GG, amigos, GG.