Vale, vamos a hablar de Suma The Lost Treasure, ese juegazo flash que no es otra cosa que un calco con esteroides del clásico Zuma. Aquí, sin rodeos, manejas un cañón (o un personaje, no recuerdo bien, estaba muy enganchado para fijarme) y lanzas pelotitas de colores para hacer tríos o más del mismo tono. El objetivo, que suena más fácil de lo que es, es evitar que la cadena de bolas (que se mueve como si tuviera vida propia, en una espiral o algún laberinto oscuro) llegue al final, y para eso hay que ser rápido y tener puntería quirúrgica. En serio, no es solo apretar el gatillo, hay que pensar un poco — no demasiado, que a mí me da ansiedad — pero la estrategia cuenta.
Si me preguntas, la primera vez que lo jugué sentí como cuando tratas de armar un mueble de Ikea sin instrucciones: confusión, frustración y luego una satisfacción brutal. (Y sí, también algún que otro “¡qué demonios!” lanzado al aire.) Los controles son sencillos, apuntas con el ratón o con el dedo si estás en móvil, y disparas esas bolas que van cayendo para formar grupos del mismo color y así hacerlas explotar. En ese momento sentí un subidón guapísimo, como cuando ves que todos tus colegas en Fortnite te quedan solo a ti, y clavas la jugada.
La cosa se pone seria cuando subes de nivel y empiezan a meter obstáculos y obstáculos (literal, que no para). Eso te obliga a ser más listo que el hambre, y casi sientes que estás en una especie de escape room de colores en donde cada disparo cuenta. Al principio pensaba “bah, otro juego flash de esos que mueren rápido”, pero ahora creo que tiene más garra de la que aparenta. Es como si alguien hubiera mezclado Candy Crush, Tetris y un toque de adrenalina de Counter.
En general, es un juego que engancha en plan “un ratito más” y terminas perdiendo la tarde sin darte cuenta. Eso sí, si buscas un rompecabezas tranquilo, mejor busca otra cosa, porque esto va a exigir reflejos y un ojo clínico para combinar buenos tiros. La experiencia online es un poco limitada (aunque el modo single player es oro puro), pero siempre puedes retar a un amigo y poner a prueba quién tiene mejor mano para la rapidez y los colores.
Si te mola el rollo de juegos que mezclan acción y puzle sin complicarte la vida pero que te pillan desprevenido con su dificultad, dale una oportunidad a Suma The Lost Treasure. En serio, casi parece que esos colores bailan una cumbia diabólica para tentarte a perder. ¿Listo para eso?