Prepárate para meterte en la piel (o ¿más bien en los trazos?) del héroe más nervioso y pegajoso del mundo de los juegos: Stick Hero Fight. Aquí no hay medias tintas, solo agarrar tus puños, armas o alguna habilidad loca y golpear hasta que los enemigos se pregunten si acaso te contrataron para una clase magistral de machacar botones.
La sistema de combate es tan sencillo como poderoso. Imagina una danza frenética de puñetazos y ataques especiales que lanzas con solo un par de toques: si te enrollas mucho, igual te comes más de un golpe, porque los enemigos no vienen a hacer turismo, sino a darte su mejor welcome party. ¿Y lo mejor? Puedes equiparte con toda clase de armas para variar el ritmo, así que no todo es tirar golpes a ciegas; hay estrategia, y vaya que sentirás cuando suelte ese ataque devastador que hace que tus foes se pregunten si tienes superpoderes (que, spoiler, sí tienes).
Ahora, el sistema de mejora ¡es una joyita! Con cada batalla ganas experiencia para buffear a tu héroe, haciendo que tus golpes tengan más pegada, tus habilidades duren más o que las armas se sientan como un martillo de Thor en tus manos. Intenté entender el árbol de habilidades y casi acabo haciendo un lío que ni el propio héroe hubiera sobrevivido, pero te prometo que la curva es amigable... cuando no estás siendo pateado por la horda rival, claro.
¿Te imaginas pelear contra olas interminables de enemigos sacados de un desfile de stickmans furiosos? Pues eso no es el culmen de la frustración (o emoción, depende cómo lo mires). Todo esto se siente como tener un boxeo particular contra doodles en flash, solo que mejorado y con esa jugabilidad que hace que no puedas soltar el móvil ni para tomar agua. Al menos, hasta que te toca esquivar ese golpe final... GG, vaya que es un clásico.
Así que, si alguna vez pensaste que los muñequitos de palitos no podían darte palpitaciones, Stick Hero Fight está aquí para demostrarte que estabas equivocado. Prepárate para batallas frenéticas, upgrades que te hacen sentir OP y un montón de locos dispuestos a pelearte como si no hubiera mañana. ¿Listo para convertirte en la leyenda stickman que tu sofá merece? Porque este juego no perdona y tú tampoco deberías hacerlo.