¿Quién dijo que gestionar una fábrica de barcos era pan comido? En Ship Factory Tycoon, te pones en la piel del jefe de una astillero que empieza desde cero, con más sueños que herramientas. Aquí la cosa no es solo construir barcos, sino optimizar cada tornillo y perno para que tu producción no se pare y la pasta caiga con estilo. ¿Suena fácil? Spoiler: no lo es.
Primero, tienes la construcción de la astillero, que es como armar un puzzle de miles de piezas, solo que si te equivocas, en lugar de una imagen fea tienes un barco que se hunde antes de zarpar. Debes decidir qué infraestructuras levantar primero — desde las grúas no tan amigables para los gatos hasta los muelles que parecen sacados de un catálogo de IKEA, ¿quién diría que construir barcos requeriría tanta planificación? Y no te olvides de mejorar constantemente el flujo de trabajo; porque a nadie le gusta esperar, ni siquiera a un barco.
Luego está la joya de la corona: gestionar a tus empleados. Olvida esa idea romántica del jefe sentado viendo cómo otros sudan la gota gorda. Aquí montas tu propio Dream Team de operarios, ingenieros y capataces que necesitan asignaciones impecables para ser eficaces. Intentar que todos estén contentos y trabajen rápido es casi un mini-juego en sí mismo — algo así como dirigir una orquesta donde cada músico tiene su temperamento peculiar y se cree el solo del año. ¿Quieres rapidez? Mejor que no se agoten, o prepárate para enfrentarte a huelgas que podrían dejarte sin barcos para exhibir.
Si alguna vez has perdido el control de tu inventario o no sabes qué empleado está haciendo qué, Ship Factory Tycoon lo convierte en un caos entretenido para que lo soluciones como buen capo. Ah, y justito cuando creas que lo tienes todo bajo control... ¡bam! Aparecen nuevos retos que pondrán a prueba tu talento para el multitasking. ¿Listo para convertirte en el magnate naval que siempre soñaste? Agarra tu casco, porque este juego va a necesitar tanta estrategia como hablar con tu jefe para un aumento.