¿Listo para que tu cabeza seria entre en modo legendario otra vez? En Serious Head 2, los portales no se abren solos y, spoiler alert, no sale un picnic del otro lado, sino una horda infernal de monstruos dispuestos a arruinar tu día. Pero tranquilo, que aquí el reto es reconstruir tu base y ponerse a darle upgrade a las armas — porque vamos, a la defensa no se juega con papel y lápiz.
Meterse en el modo construcción es como armar un mueble de Ikea sin instrucciones: apretás las teclas 1 a 6 para elegir qué levantar, clic izquierdo para confirmar que esa torre se queda, clic derecho para decir “nah, mejor otra cosa”, y la rueda del mouse para girar la pieza hasta que encaje (o al menos eso intentás). Si te arrepentís, con la R pasás a modo eliminar y adiós enemigos... y estructuras mal hechas. Bonus: construir mientras tus amigos luchan del otro lado le da un toque cooperativo que no vas a encontrar en ningún tutorial.
Cuando la acción se pone épica, entras en modo batalla. Moverse con WASD o las flechas, disparar con el clic izquierdo y apuntar con el derecho: sí, la rutina básica, pero con la adrenalina de no saber cuándo el próximo bicho te hará un “GG”. Cambiar armas resulta más fácil que decidir qué pizza pedir en grupo, usando la rueda o un número entre 0 y 9; eso sí, ¡no se te ocurra estar lento, que los monstruos no hacen pausa! Saltar con espacio y activar habilidades con Z, X y C le suma combos dignos de un beat ’em up, aunque a veces intenté usar una habilidad y solo terminé haciendo el ridículo (soy humano, qué le voy a hacer).
En resumen, Serious Head 2 mezcla la estrategia de construir y mejorar como si fueras el arquitecto de tus sueños con la furia frenética del combate. Y ya te aviso: en el primer enfrentamiento fuerte, tu teclado podría salir volando (literal), mientras esquivas balas y monstruos casi con reflejos de ninja. Ah, y llevar a tus partners al frag no es solo un bonus: es requisito si querés sobrevivir un día más. ¿Quién hubiera pensado que ser serio requeriría tanta coordinación? Pues ya sabés, armate, actualiza y prepárate para reventar cabezas – las serias y las que no tanto.