¿Listo para sumergirte en la escuela más terrorífica que has visto, donde cada esquina parece salida de una pesadilla adolescente? En Historia de un detective escolar de terror, te pones en los zapatos de un detective novato con más valentía que sentido común, intentando desentrañar los misterios que se amontonan como libros sin tapa en esta escuela embrujada (spoiler: no todos tienen ganas de que descubras nada).
Lo primero que notarás es que la exploración aquí no es un simple paseíto por el pasillo; cada aula, oficina o armario tiene secretos escondidos que solo un ojo bien atento (o unas horas de insistencia) pueden revelar. Buscar pistas se vuelve tan adictivo como ese juego de buscar calcetines desaparejados en la lavadora: parece simple, pero siempre hay algo fuera de lugar que te hace replanteártelo todo. Y sí, el juego te deja elegir la dificultad del escenario, porque a veces quieres un sustito suave, y otras veces necesitas sentir que te están persiguiendo en serio.
La joya de la corona es el sistema de resolución de misterios, que combina pistas que encuentras con diálogos donde tus decisiones importan. Sí, tus elecciones pueden ser la diferencia entre aclarar el caso o quedarte atrapado con más preguntas que respuestas (y un buen susto garantizado). Me pasó: intenté seguir un hilo sin conectar las pistas adecuadamente y terminé metido en un rincón oscuro preguntándome si debería haber prestado más atención en la clase de lógica. ¡GG a mi detective despistado!
Y no creas que puedes solo moverte y charlar; aquí el inventario y la gestión de objetos son clave. Agarras desde llaves a notas arrugadas, y a veces preparar el elemento correcto para avanzar es un pequeño puzzle en sí mismo (yo intenté usar una calculadora para romper una puerta... Spoiler: no funcionó, pero fue divertido intentarlo). En resumen, si te gusta un buen cóctel de suspense, decisiones retorcidas y paseos por pasillos donde hasta el más pequeño ruido te hace saltar, este juego puede ser tu próximo vicio. ¿Te animas a resolver el misterio sin perder la cordura?