¿Listo para convertirte en el héroe que este mundo confundido y medio caótico necesita? En Feed me Monsters! Idle Battle, la suerte de la humanidad está en tus valientes manitas (o pulgares, si juegas desde el móvil mientras comes pizza). Aquí no solo se trata de darle espadazos a pobres bichos, sino de enfrentarte a una galería de monstruos tan variada como tu repertorio de excusas para procrastinar.
El sistema de combate es sencillo pero efectivo: cada enemigo tiene su estilo, desde bestias que parecen sacadas de un zoológico con complejo de malvadas, hasta mutantes que ponen en jaque hasta a tu barra de salud. Lo bueno es que puedes relajarte, porque el juego es idle, así que mientras tú ves memes, tu héroe está rascándose la barriga y haciendo daño. Eso sí, cuando decides tomar control directo, tienes que ajustar tu estrategia para no morir más veces que las ganas de salir un viernes por la noche. Personalizar tus habilidades y elegir cuándo y cómo usarlas es clave para que cada batalla no sea un “GG, next time”.
¿Y qué sería de un RPG sin su incombustible sistema de progresión? Al masacrar monstruos, ganas monedas y XP, que puedes gastar en desbloquear nuevas habilidades para convertirte en la versión OP de ti mismo. Te prometo que mejorar tu árbol de habilidades es más satisfactorio que lograr combinar bien esa receta que viste en YouTube y que intentaste replicar (spoiler: yo sigo intentando). De hecho, el mecanismo es tan adictivo que hasta te encontrarás calculando en la cabeza la mejor secuencia para maximizar el daño, la defensa y ese bonus que parece que dios le dio a alguno y a ti no.
En resumen: si te gustan los juegos donde puedes relajarte un rato, pero sin olvidarte de afilar tus estrategias para no morir de forma ridícula en tu jefe final, este juego es para ti. Porque, seamos honestos, ¿quién no quiere sentir que salva al mundo sin levantarse del sofá? ¡A darle caña que los monstruos no se van a alimentar solos!