¿Alguna vez te has sentido como un dependiente enloquecido tratando de ordenar una tienda caótica? Bienvenido a SORTSTORE, donde tu habilidad para intercambiar productos se pone a prueba con una misión clara pero con truco: ¡haz líneas de tres productos iguales y satisface las descaradas peticiones de los clientes! Suena fácil, ¿verdad? Pues agárrate porque aquí nada es tan simple como parece.
El sistema de intercambio es tan sencillo que hasta tu abuela podría jugarlo, pero ojo, porque las apariencias engañan. Tocas un producto para recogerlo y lo deslizas hasta una estantería vacía — que por cierto, es más valiosa que el último pedazo de pizza. La gracia está en que cuando eliminas los productos del frente, los de atrás avanzan automáticamente, así que no solo estás moviendo fichas, ¡estás orquestando una danza logística en miniatura! Me puse a intentar hacer combos y acabé enredado en un lío que ni el gato de Schrödinger habría entendido.
Además, cada movimiento que haces es como gastar monedas en una máquina arcade vintage: el contador baja y baja hasta que se agota y—GG—partida terminada. La tensión de tener un número limitado de movimientos le da ese toque de “resetéame si meto la pata”, porque aquí no hay espacio para el botón de deshacer. Te prometo que en el primer nivel ya te sentirás más nervioso que en la cola del supermercado con solo un artículo abierto.
¿Y qué tal jugar al Tetris con productos en vez de bloques? Organizar, prever y planear el siguiente movimiento es clave para no quedarte con el estante lleno de cosas que nadie quiere. Sortstore es ese tipo de juego que parece tranquilo, pero te atrapa la atención como si estuvieras a punto de descubrir un cheat secreto. ¿Listo para demostrar que puedes ser el maestro de la tienda? Porque aquí, cada swap cuenta y cada estante vacío es un salvavidas. ¿Quién dijo que ordenar puede ser tan épico?