Prepárate para desatar tu lado más caótico con Ultimate Destruction Simulator, el simulador que pone en tus manos la locura de derribar torres como si fueras un niño con un jueguete nuevo — pero este juega con física realista, nada de magia barata. Aquí, cada escombro, cada ladrillo, responde al mundo que lo rodea porque la física no se anda con chiquitas: ¡sí, es tan satisfying como parece!
Lo más loco es que no solo apuntas y disparas (con el buen viejo clic izquierdo del mouse, por supuesto), sino que controlas el tiempo a tu antojo. ¿Quieres ralentizar la acción para ver en cámara lenta cómo se viene abajo ese rascacielos? Dale a la rueda del ratón para desacelerar o acelerar el tiempo; y si te sientes tipo director de película, pulsa F para congelar el caos en seco. En serio, ¿quién no ha soñado con tener un botón de pausa en medio del desastre total?
Además, el juego no se queda en lo básico: juega con la gravedad a tu gusto. Baja la gravedad para que los escombros floten como globos de fiesta o, si te va el plan apocalíptico, súbela a tope para que todo caiga más pesado que tus ganas de hacer dieta. Y sí, puedes ajustar cuánta polvareda y destrucción quieres — porque, aceptémoslo, a veces menos es más, y en otras ocasiones, más es pura bendición para tus ojos.
¿Quieres sentirte ese héroe que controla cada detalle en medio del caos? Usa el teclado WASD para moverte, y QE si quieres subir o bajar la cámara para ver tu obra maestra desde todos los ángulos. Ah, y cuando estás listo para explotar las cargas que instalaste, aprieta la T y observa cómo tu misión trituradora cobra vida. Intenta no romper nada más allá de la pantalla porque la emoción es fuerte.
En definitiva, este juego es un regalo para los amantes de la destrucción sin complicaciones pero con toque maestro, con controles intuitivos y esa sensación satisfactoria de GG, mundo. ¿Quién diría que destrozar cosas podía ser tan terapéutico? Yo intenté usar la física y terminé con un desastre que ni el tío de los memes podría superar. Pero oye, así es que se juega, ¿no?