¿Te acuerdas de esos juegos que parecen super simples pero que te hacen rallar la cabeza como si estuvieras intentando entender un meme sin contexto? Pues eso es Push to Go, un juegazo en 2D que es como darle al coco pero sin que te dé dolor de cabeza... bueno, al principio.
La gracia de este juego es que todo gira en torno al famoso presiona para moverte. Sí, lo has leído bien: tocas el botón correcto y vas de un lado a otro, sorteando obstáculos y buscando esos malditos estrellitas (que, te digo, no son solo para presumir; desbloqueas niveles nuevos y eso siempre sabe mejor que pizza gratis). Es como si los botones fueran tus mejores amigos en una aventura minimalista donde el timing, la estrategia y hasta un poco de suerte te salvan la partida.
Sinceramente, al principio pensé que esto sería un paseo (y acabé atrapado más de una hora intentando no chocar con mis propios dedos). Pero madre mía, la curva de dificultad te lleva de esto es pan comido a ¿pero qué rayos pasó aquí?, y ahí es donde empieza la diversión de verdad. Cada nivel está diseñado con tanto cariño y mala leche (sí, mala leche en plan reto) que no te suelta hasta que le das la talla. Y lo mejor, que todo corre suavecico en cualquier navegador, ideal para esos momentos en que tu PC parece un tostador.
Además, es uno de esos juegos que puedes aparcar cinco minutos y luego volver, y como si nada, retomarlo sin que te hayan olvidado. Una pausa aquí, un botoncito allá, y ¡listo!, más horas de quebraderos de cabeza (pero de los buenos, eh). ¿Y si te digo que hasta puedes presumir ante tus colegas de qué nivel lograste pasar sin despeinarte? Venga ya, ¿qué esperas para probarlo y demostrar que tus dedos son más rápidos que tu mente?