¿Quién dijo que la escuela era aburrida? En ¡Escapa de la escuela: ¡profesor infernal! te meten en la clase más estricta y malévola de Roblox, donde el temido Mr. MeanieHead no está aquí para dar clases... sino para complicarte la vida. ¿Tu misión? Simple (o no tanto): ¡escapar de este calabozo educativo antes de que saquen matrícula de honor en fastidiarte!
Prepárate para un combo explosivo de parkour y desafíos que pondrán a prueba más que tus reflejos. Saltos imposibles, carreras contrarreloj y obstáculos dignos de un ninja frustrado: correrás, saltarás y te arrastrarás intentando no tropezar ni con tu sombra. Y no es cualquier obby típico; aquí cada movimiento cuenta y un mal salto puede significar volver a empezar (hello, déjà vu). Al menos tienes que agradecer que las mecánicas son tan pulidas que no parece que el juego se estuviera riendo de ti... bueno, el profesor quizá sí.
Pero no todo es saltar y esquivar, también tendrás que usar un poco de cerebro para resolver puzzles y seguir pistas porque, spoiler, solo la fuerza no te hará libre. Ah, y el tipo Mr. MeanieHead más que un maestro parece un villano clásico de los 80, total: un toque cómico con su eternamente malhumorada vigilancia. Entre carrera y carrera, reconocerás que algo de estrategia (y paciencia) se necesita, porque cada nivel sube el nivel de “meh, ¿en serio?” a “GG, probablemente moriré aquí muchas veces”.
¿Lo mejor? Que no solo es “sobrevivir”, sino que te invita a perfeccionar tus combos de parkour y tomar decisiones rápidas, como esa vez en clase que intentaste copiar en el examen y terminaste haciendo el ridículo... en digital. Además, con controles sencillos pero con reto para maniobras avanzadas, cualquier jugador puede probar suerte (y fracasar gloriosamente) en esta cárcel escolar de locura y saltos.
En resumen, si te molan los juegos donde la destreza y la paciencia van de la mano, y disfrutas echarte unas risas con niveles que hacen que Mr. MeanieHead sea un rival tan épicamente tonto como cruel, esta escuela tiene tu nombre. Solo recuerda: ¡no te caigas! O al menos, intenta hacerlo menos veces que yo.