¿Creías que cruzar la calle era cosa de niños? Pues prepárate, porque Cross The Road llega para poner a prueba tus reflejos y, de paso, tu paciencia gamer—y sin café, ojo. En este juego, encarnas a un lindo animalito que trata de atravesar calles más congestionadas que el tráfico a las 6 pm. Carros, camiones, hasta esa bicicleta que aparece de la nada: todos están en la fiesta, y tú, bueno, sólo intentas llegar al otro lado con vida.
La clave aquí está en dominar el timing y el espacio. Si crees que basta con avanzar sin mirar, te va a caer un choquecito que ni en tus pesadillas. Cada paso cuenta, y el juego ni perdona; es como esa maestra que se acuerda de todas tus travesuras. Además, hay varios niveles de dificultad para que te sientas desde un novato que acaba de pisar la calle, hasta un ninja del asfalto que sabe calcular hasta el viento que sopla.
No contentos con un solo modo, sus creadores metieron un buen combo de modos de juego que garantizan que no te aburras ni un segundo. La variedad es su veneno o su medicina, según cómo lo veas, porque entre tanto modo y personaje desbloqueable (sí, hay más bichos para elegir, como si fuera una versión de Pokémon callejero), parece que la cosa se pone cada vez más loca. Yo intenté entender el sistema de desbloqueos y terminé con un lío digno de MasterChef.
Y ojo, que la experiencia no se queda nada coja con ese toque audiovisual: gráficos simples, sí, pero efectivos; y efectos de sonido que te meten en la acción sin que tengas que ponerte auriculares muy caros. Lo mejor de todo, claro, es que lo tienes al alcance de tu móvil, sea Android o iOS, ¡sin pagar un centavo! Así que si quieres un juego que sea un divertido caos donde tus reflejos son los héroes anónimos, dale una oportunidad a Cross The Road. Eso sí, cuidado con esos vehículos, porque ahí no hay botón de “guardar partida”.