Prepárate para sudar las neuronas con Math Runner, un juego educativo que ha decidido que aprender matemáticas no tiene por qué ser un rollo. En este título, te pones las zapatillas de corredor y te lanzas a un mundo que parece sacado de un arcoíris psicodélico lleno de obstáculos y problemas numéricos que deberás resolver antes de que te pillen.
¿La mecánica? Súper sencilla, casi como cuando tu abuela te explica que uses el teclado o el ratón para moverte de un lado a otro, saltar sobre esos charcos digitales y, lo más importante, seleccionar la respuesta correcta a una serie de preguntas matemáticas que van desde sumar y restar hasta multiplicar y dividir. Sí, suena fácil, pero espera a que las cosas se pongan intensas. Te aseguro que responder rápido y sin errores es clave, porque cada fallo es como tropezar con el cable del cargador: ralentiza tu ritmo o te manda directo al piso (virtual, claro está).
Piensa en ello como una carrera contra el tiempo donde tu cerebro es el motor turbo. La dinámica de velocidad y precisión está tan bien ajustada que, si eres de los que prefieren meditar la respuesta, esto puede convertirse en un “GG” instantáneo para ti. Conforme avanzas, la dificultad sube el nivel estilo videojuego RPG, haciendo que esas operaciones básicas se conviertan en algo así como mini-jefes matemáticos que prueban tu temple.
Además, la interfaz es tan amigable que hasta tu primo que “odia las mates” podría engancharse, y los efectos de sonido te acompañan para que sientas que estás en una rollercoaster de números. Por cierto, intenté cogerle el truco al salto justo para esquivar un problema complejo y casi acabo pareciendo un pulpo en un cajón (¿quién hizo este diseño?). En fin, si quieres que tus dedos cerebrales se ejerciten sin quedarte dormido delante del pupitre, Math Runner es tu ticket para una maratón educativa totalmente entretenida.