Sinceramente, Granja de Palabras es ese juegazo tipo wordcross que parece sacado de la mente de un genio de Scrabble... o al menos eso pensé al principio. Es el tipo de desafío que agita tus neuronas con un toque relajado porque, claro, no todo en la vida es Fortnite, también necesitamos momentos zen mientras sudamos la gota gorda pensando en palabras.
La mecánica es simple pero endiabladamente adictiva: deslizas letras para cazar esas palabras ocultas que se esconden en el campo. Sí, literalmente en una granja, pero no esperes vacas ni tractores, aquí la cosecha son letras que te hacen sudar el teclado. Te juro que la primera vez que jugué, me quedé enganchado tratando de encontrar palabras con solo tres letras (¿Soy yo o esos niveles iniciales son como cuando empiezas a subir una cuesta en bici y te parece que no vas a llegar nunca?).
Lo que me flipa es cómo el juego va subiendo poco a poco el nivel - básico, pero no tonto - así como ese profesor de mates que pasa de explicarte 2+2 a arrancar con ecuaciones diferenciales en un plis plas (vale, igual exagero un poco). Ah, y para las piedras como yo, tienen un sistema de pistas que puedes comprar con las gemas que vas ganando, lo cual es una salvajada cuando te quedas pegado. ¿Gemitas para pistas? Sí, el juego te mima, pero no te regala nada.
Algo que me sorprendió es la variedad de palabras, que no se quedan en vocabularios de libros de antes de Cristo, sino que incluye términos más modernos o curiosos. Eso me hizo acordar cuando en un stream vi a Ibai riéndose porque no sabía qué palabra poner en otro juego y aquí, aunque suene muy pro, sientes que tú también puedes ser el rey de la granja... o al menos el paladín del diccionario.
¿Lo mejor? Puedes jugar solo, pero si tienes colegas con ganas de competición o simplemente quieres mostrar tus habilidades verbales, es un gustazo ver quién pesca la palabra oculta primero. En general, para los amantes de los rompecabezas de letras, o para los que quieren mejorar el vocabulario sin sudar la gota gorda (o con un poco de sudor, que no se diga), Granja de Palabras es un oasis en el desierto de juegos locos y frenéticos.
Así que, si te va el rollo de poner a prueba el coco mientras te echas unas risas, dale una oportunidad. Al principio pensaba que era solo otro juego de palabras más, pero ahora creo que es como combinar una tarde de café con un toque de adrenalina cerebral. En serio, ¿quién no quiere eso? ...