¡Prepárate para la locura más alocada en el mundo de los videojuegos con Angry Chicken Egg Madness! Aquí no solo te enfrentas a un gallo rabioso, ¡sino que también te conviertes en un auténtico ninja de los huevos! ¿Quién lo diría? La vida es un caos y, de repente, susurras a tus amigos: Oye, ¿quieres ver cómo frustro a un polluelo enfadado?
Tu misión, si decides aceptar el reto, es sencilla: atrapar tantos huevos como puedas. Pero cuidado, que entre huevo y huevo hay obstáculos que te harán querer lanzar el control (aunque lo mejor es no hacerlo, ya sabes que es caro). La sensación de adrenalina cuando te ven caer un huevo casi sobre ti es como estar en una montaña rusa, más aún cuando la tensión sube y el gallo malhumorado empieza a lanzar cosas por los aires. ¿Quién te dijo que atrapar huevos era fácil?
Los super huevos son tu mejor aliado; podrás usarlos para desatar todo tu poder ninja. Imagínate, con un simple movimiento de dedo, puedes rebanar huevos a toda velocidad. Sinceramente, sentirás que te conviertes en un maestro del kung fu...o, al menos, eso es lo que creerás hasta que te caiga uno en la cara y te saquen de esa fantasía. Recuerdo la primera vez que jugué... ¡me reí tanto que casi me caigo de la silla! (Nota mental: nunca jugar de pie después de un café).
Pero aguanta, que esto no es solo un juego solitario, también podrás retar a tus amigos en modo competitivo. ¿Saber quién coge más huevos? Vale, pero solo si prometen no llorar cuando pierdan. La emoción de ver quién se convierte en el ninja definitivo no tiene precio. Aunque al principio pensaba que iba a ser un desastre total, ahora creo que lo voy a jugar más a menudo. ¡Ni yo sabía que tenía este talento oculto!
Así que, ¿estás listo para la locura de la caída de huevos del gallo enfadado? Ponte tus mejores habilidades de ninja, prepárate para la risas y, sobre todo, ¡déjate llevar por la magia de Angry Chicken Egg Madness! Atrapemos esos huevos antes de que acaben en el suelo y, quien sabe, quizás un día te encuentre haciendo stream de esto... porque, aunque me encanta, nunca se sabe a dónde me llevará la próxima locura...